Desde muy chica, la música fue una parte central de mi vida. Empecé bailando y cantando, memorizando melodías y letras antes incluso de comprender su significado. Esa fascinación me llevó en la adolescencia a estudiar piano y armonía, y más adelante a formarme durante tres años en la academia Vocal Coach, donde afiancé mis bases musicales y técnicas vocales. Componer melodías y canciones siempre fue algo que se me dio de forma natural, por eso también reforcé ese camino con talleres de composición musical, mucho antes de considerar la producción.

Mi primer acercamiento real al mundo de la producción fue a través de mi proyecto artístico, desarrollado junto al productor Federico Ucha. En esa colaboración, al trabajar sobre mis propias canciones, comencé a involucrarme en decisiones creativas que iban más allá de la escritura: estructuras, arreglos, capas sonoras. Ese proceso despertó en mí la necesidad de entender mejor todo lo que ocurre detrás de una canción, para poder comunicar mis ideas con más claridad y plasmarlas con mayor autonomía.

En un momento clave, decidí que la música iba a ser mi camino profesional y descubrí la carrera de Producción Musical en la Universidad ORT. Si bien mis conocimientos en ese entonces eran muy básicos, el hecho de que se tratara de una formación vinculada directamente a la creación musical me impulsó a comenzar. Esa decisión abrió para mí un nuevo mundo, que me permitió ampliar mis herramientas y empezar a producir con más criterio e independencia.

A través de diferentes contactos, me encontré con la industria del K-pop —un género que siempre me interesó— y descubrí el rol del topliner. Me cautivó la precisión y creatividad que implica componer melodías y letras pensadas para un mercado tan específico, y empecé a trabajar en briefs reales, colaborando con productores internacionales. Actualmente, tengo un contrato de exclusividad con una editorial de Corea del Sur, y mi objetivo es seguir creciendo y profesionalizándome en este ámbito, aprendiendo de cada nuevo proyecto.

Hoy, ya instalada en España y cursando estudios de producción en EUMES, me dedico a crear melodías, armonías y vocales para artistas, productores y editoriales que buscan ideas únicas y funcionales. También realizo edición y mezcla vocal cuando el proyecto lo requiere. Me muevo entre el pop y la música orientada a la industria asiática, adaptando mi enfoque a las necesidades específicas de cada cliente.

Mi filosofía de trabajo es simple: cada canción es una colaboración. Mi rol es potenciar la visión de quien me elige, compartiendo mis conocimientos y sensibilidad musical. Me interesa crear desde la escucha y el diálogo, buscando siempre el equilibrio entre intuición y técnica.